Claves para hacer una presentación de alto impacto

12 de junio de 2021

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Saber comunicar es fundamental en el mundo profesional. Sin embargo, hablar en público produce cierto miedo en muchas personas, que se ven arrastradas por el pánico escénico, se ponen nerviosas y no terminan de conectar con sus receptores. Si eres uno de ellos, no re preocupes. Durante las jornadas de formación de la quinta edición de Talento, Andrés Visus habló sobre las técnicas básicas para hacer una presentación perfecta. Aquí os dejamos algunas claves:

1. Mensaje claro
La organización previa sentará las bases de tu discurso. Es fundamental dominar el tema que vas a tratar, resumirlo y explicarlo de forma que tu audiencia pueda comprenderlo fácilmente. No rellenes el discurso de datos aburridos y parrafadas largas. Añade anécdotas, historias, metáforas o ejemplos que puedas servir de ayuda para comprender el mensaje y aligeren un poco la charla. Plantéate las posibles dudas y preguntas que pudieran surgir y piensa cómo vas a contestar. Aunque tenga que quedar cierto espacio a la improvisación y los imprevistos, estar preparado te aportará seguridad y confianza durante toda la presentación.

2. Un inicio atractivo
Se dice que en una película, si no estás enganchado en los cinco primeros minutos, habrás perdido a tu audiencia. En una conferencia puede incluso que este tiempo se vea aún más reducido. Prepara un comienzo atractivo, que enganche al público y genere buenas expectativas. Puedes comenzar con una anécdota o una pequeña historia representativa de lo que vas a contar, por ejemplo.

3. Un final conclusivo
En los últimos minutos deberás llevar la charla hacia un buen final, en el que se reiteren y se resuman los puntos más relevantes, se expongan las conclusiones y se invite a los espectadores a una cierta reflexión.

4. Conoce a tu audiencia
Evidentemente, no es lo mismo dar una charla para adolescentes que no saben nada sobre el tema como para profesionales expertos. Tu discurso y tu tono deberán adaptarse a las circunstancias.

5. Soportes de ayuda
Llevar unas notas puede darte seguridad y servirte para continuar si te quedas en blanco. Asimismo, ofrecer unas diapositivas a la audiencia con los contenidos esenciales puede servir para que todo quede más claro. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con este tipo de soportes, ya que pueden desviar la atención de lo importante, el discurso. Si son notas personales, no las leas ni te quedes agarrado a ellas, utilízalas solo en caso de necesidad. Si es un contenido para la audiencia, no incluyas mucho texto y procura que lo que se muestre sirva para complementar, destacar o ejemplificar lo que estás diciendo. Las imágenes o los vídeos cortos pueden ser una herramienta muy útil si se utilizan con cautela y precisión.

6. Cuida tu voz
Mantener durante toda la presentación un tono de voz monótono hará que tu audiencia pierda interés, se distraiga o incluso que caiga dormida en la silla. Modula tu tono, dando mayor intensidad a aquellas partes del discurso más relevantes o con mayor carga emocional. No tengas miedos a los silencios, una pausa dramática en el momento justo puede darle una gran potencia a tu discurso.

7. Atento al lenguaje no verbal
No solo lo que decimos forma parte de lo que comunicamos. La actitud, la postura, los gestos… todo ello lanzará mensajes a tu audiencia. Mantén una postura erguida pero natural, sin dejar los brazos como si estuvieran pegados al cuerpo ni que estos den aspavientos sin parar. El contacto visual directo con algunos miembros del público con los que tengas más confianza pueden ayudarte a crear un vínculo mayor con el público. Escoge tres personas que estén en puntos diferentes del auditorio y dirige tu mirada a ellos. Grábate ensayando para ver qué fallos cometes y cómo poder solucionarlos, lo que servirá para mejorar tanto el lenguaje no verbal como la voz y el discurso en sí.