Con este calor, uno de los mejores planes que se nos ocurren es escaparnos a la playa, pasear por la orilla y darnos un chapuzón. Nuestro país es famoso por sus largas costas y, sin duda, el turismo de sol y playa es uno de los que predominan en España. Hoy, viajaremos a cuatro playas exóticas y una con sello nacional. ¿Nos acompañas?
1. Cayo Levisa (Cuba)
Enormes troncos de árboles secos crecen de entre las aguas, creando un paisaje curioso y dotado de una hermosura extravagante. Los kilómetros de arena blanca se ven interrumpidos por un bosque de árboles sin hojas, lleno de cangrejos, pequeñas arañas y otros insectos autóctonos que se apartan a tu paso. Tras superar la espesura, regresa la arena blanca y fina propia del caribe, bañada con aguas azuladas. Un lugar de contrastes alejado de las masificadas playas del entorno.
2. Cala Macarella (España)
Situada en el sur de Menorca, la Macarella es una cala virgen en forma de U rodeada de enormes acantilados verticales de roca caliza de hasta 30 metros de altura. Posee una gran cantidad de vegetación, protagonizada por frondosos pinares, además de una variada fauna marina donde podemos encontrar tortugas de mar.
3. Tulum (México)
Aguas turquesas y cristalinas, arenas blancas y poca saturación turística. Únicamente con este marco, las playas de Tulum parecen el enclave perfecto, uno de los reductos más increíbles y sin explotar que quedan de El Caribe. Sin embargo, lo que hace único a este lugar son las ruinas mayas que vigilan a los visitantes desde lo alto de los acantilados. Una mezcla de misticismo y belleza que convierten a esta playa en uno de los lugares más impresionantes del planeta.
4. Matemwe Beach (Tanzania)
Al noeste de Zanzíbar encontramos esta playa de arenas blancas, con una larga línea de palmeras bordeando la costa, como si estuvieran protegiendo el lugar. Está rodeada por arrecifes de coral, por lo que es el lugar ideal para hacer snorkel o bucear en las profundidades de sus aguas.
5. Sarakiniko (Grecia)
En la isla griega de Milo encontramos esta extraordinaria playa, comparada en multitud de ocasiones con un paisaje lunar. Está rodeada de rocas volcánicas blancas, formadas por la erosión del viento y las olas durante años. Formas extrañas, paredes verticales y aguas de un azul intenso conforman este paraíso.