Aunque en nuestro país no es una práctica muy extendida, tomarse un año sabático antes de comenzar los estudios universitarios es algo habitual entre los jóvenes de Estados Unidos, Gran Bretaña o Dinamarca. Conocido como ‘gap year’, esta excedencia pretende ser un período de reflexión, una ruptura entre la adolescencia y la etapa adulta. Malia Obama, hija del expresidente de USA, disfrutó de esta experiencia antes de comenzar sus estudios en Harvard. Como ella, miles de jóvenes hacen lo mismo. Incluso las grandes universidades animan a sus alumnos a aprovechar este tiempo para viajar, llevar a cabo un proyecto personal, trabajar o hacer alguna actividad especial. Parar un año entero tras terminar los estudios de bachillerato tiene ventajas e inconvenientes que debemos tener en cuenta antes de tomar una decisión:
INCONVENIENTES
• Adquirir malos hábitos. Es posible que desengancharnos un año del sistema educativo puede llevarnos a perder la constancia que requieren los estudios. Algunos jóvenes utilizan este tiempo para ir de fiesta en fiesta, beber, dormir y estar en casa tirado en el sofá todo el día.
• Algunas personas lo consideran un año perdido. Para muchos, entrar un año después en la universidad equivale únicamente a graduarte más tarde y que te adelanten todos tus compañeros. Posteriormente, en una entrevista de trabajo, algunos seleccionadores podrían ver como algo negativo que haya un año en blanco en tu currículum.
• A nivel monetario, es caro, especialmente si te dedicas a viajar. No todas las familias pueden permitirse el lujo de que su hijo esté un año parado.
VENTAJAS
• Reflexionar. Apenas hemos cumplido la mayoría de edad cuando debemos decidir unos estudios que probablemente marquen todo nuestro futuro. Tomarte un año para pensar qué quieres hacer de tu vida podría ser fundamental para tu felicidad.
• Tiempo de probar. Quizá siempre hayas querido aprender chino, pienses que quizá lo tuyo es la cocina, deseas hacer un voluntariado o te gustaría probar si podrías vivir de la música. Este año te servirá para probar, para poner en marcha ese proyecto guardado en la recámara, para aprender algo nuevo o para ver si ese otro camino que tanto ronda tu cabeza podría ser mejor que el universitario.
• Si decides viajar por todo el mundo en tu año sabático, abrirás tu mente a nuevas culturas, te convertirás en una persona más independiente y desarrollarás tu pensamiento crítico. Serás una persona más tolerante y podrás descubrir aspectos de ti mismo que ni conocías.