Loreto Martorell, profesora de ESIC y especialista en formación ‘in company’ ha sido una de las mentoras de los 40 finalistas de Talento Aragón Joven, durante el desarrollo del ‘Competencies Development Programme’, la fase de formación estrella de la iniciativa que reúne a empresas, candidatos y profesores a lo largo de tres días en un mismo foro.
Concretamente, ha impartido el ‘workshop’ de ‘Creatividad e innovación aplicada a la empresa’ de la tercera jornada, que ha puesto el broche a una experiencia única que se ha vivido, como siempre, con mucha intensidad y emoción. A ese respecto, Martorell reconoce ser “fan” de Talento Aragón Joven: “Es una oportunidad buenísima para que los jóvenes estén en contacto con las empresas y para que reciban una formación que cualquiera desearía recibir, además de ser una gran experiencia vivencial y, por supuesto, un programa de selección muy eficaz”.
Precisamente la eficiencia es lo que persiguen las habilidades blandas o ‘soft skills’, que se han convertido en uno de los principales requisitos que demandan las empresas en una entrevista de trabajo. Así lo pone de manifiesto la docente, formadora de esta área en ESIC y especialista en su aplicación en el día a día de las compañías: “Todas estas competencias están relacionadas entre sí: análisis de problemas, toma de decisiones, adaptación al cambio, creatividad, gestión de equipos, resolución de conflictos…” explica Martorell.
La experta insiste en que las empresas van a pedir a sus futuros equipos que piensen diferente y que innoven: “Ahora se le da mucha importancia al pensamiento creativo, dado lo cambiante del entorno, con nuevas situaciones a las que hay que buscar una solución”, apunta.
En su taller, se propuso convencer a los jóvenes candidatos de que la creatividad no se aplica exclusivamente al ámbito de la música o el arte, sino que está en todos nosotros, aunque quizá no la hayamos desarrollado. “Con ese paradigma equivocado, cuando les pregunto si son creativos, hay quienes me dicen que no, pero no pasa lo mismo si les pregunto por su inteligencia”, aclara la profesora, quien no duda en concluir que “la creatividad no tiene límites”.