Esta era una de las preguntas que lanzaban los representantes empresariales a los jóvenes participantes del programa Talento Aragón Joven en la sesión de bienvenida celebrada en las instalaciones del Hotel Zentro de Zaragoza. Sus presentaciones abordaban la trayectoria y actividad de sus respectivas compañías, repletas de nuevos retos, de firmes valores y de sólidos equipos humanos que buscan en las nuevas incorporaciones, sobre todo, actitud y ganas de trabajar.
Así lo ponían de manifiesto empresas como HMY, ya veterana en esta iniciativa de selección de personal, que cedió la palabra a un exparticipante de Talento Aragón Joven que, dos años después de su experiencia en el programa, ha pasado a convertirse en el Responsable de Gestión y Planificación de Proyectos del grupo. Él, Carlos Paul, transmitió su grata experiencia profesional en este tiempo, al tiempo que animaba a los aspirantes a la beca a que aprovecharan al máximo las oportunidades, como la que representa esta formación.
Otras firmas destacaban la importancia de las becas para llegar a formar parte de la plantilla: «En torno al 80% de las personas que están en prácticas se quedan en la empresa», reconocía Diego Álvarez, de Marketing y Comunicación en Ariño Duglass, haciéndose eco de su propia experiencia. También desde Pikolin se ponían de relieve los testimonios de antiguos estudiantes de prácticas que, hoy por hoy, cubren puestos de responsabilidad en la compañía.
En el descanso, empresas y estudiantes tuvieron tiempo para intercambiar opiniones. Sobre el actual mercado laboral, Jesús Barcelona, de Edelvives, se mostró optimista y señaló que este podría ser un «momento de oportunidad, de reciclaje y de alianzas entre sectores».Por su parte, Sandrine Del Negro, de Atlas Copco, aseguraba que «a pesar de la situación, seguimos dispuestos a acoger talento».
Los candidatos del programa, por otro lado, se mostraban impactados por toda la información recibida de las distintas organizaciones, todas ellas punteras en la Comunidad: «Sus aportaciones han ido mucho más de lo que yo me imaginaba», decía Álvaro Quevedo, quien, además, valoraba el programa porque suponía un paso importante de conexión con el mundo empresarial. Entre los objetivos de Sofía Pauls, otra de las participantes, estaba el de poder realizar unas prácticas presenciales en vez de estudiar en formato ‘online’, dadas las circunstancias.
En definitiva, una jornada ilusionante y constructiva que iba a continuar con una interesante propuesta de sesiones formativas que se prolongaría hasta el día siguiente.