Las circunstancias actuales son un tanto desoladoras para los jóvenes universitarios que terminan su formación y se adentran en el mundo empresarial. Las consecuencias de la crisis económica aún son palpables, lo que unido a la pandemia que está viviendo el mundo auguran un futuro poco iluminador. Todos los expertos coinciden en que se van a destruir muchos puestos de trabajo y que la economía caerá notablemente durante los próximos años. Ante este panorama, Talento Aragón Joven quiere ofrecer una puerta a la esperanza uniendo a las grandes empresas de la comunidad con algunos de los universitarios más preparados del territorio.
Tras un arduo proceso de selección, 40 recién graduados llegaron a la fase de formación, que ha tenido lugar esta semana en el hotel Zentro de Zaragoza. Divididos en dos grupos para cumplir con todos los protocolos covid-19, los jóvenes pudieron conocer a los representantes de grandes empresas aragonesas, mostrarles todo su potencial y luchar por una de las becas para hacer prácticas remuneradas en dichas compañías.
Para ellos, esta oportunidad resulta tremendamente atractiva, puesto que les servirá para adquirir experiencia y les abre la puerta a un posible contrato laboral en el futuro. De hecho, muchos de los becados en anteriores ediciones siguen trabajando en las empresas donde comenzaron sus prácticas. “Talento Aragón Joven es una muy buena oportunidad para conocer a las grandes empresas de Aragón y que ellas nos vean las caras. A veces, si solo echas el currículum puede que ni te contesten, pero aquí podemos hablar con los representantes de las compañías y conocernos mejor”, explica Víctor Camacho, uno de los aspirantes.
A este respecto, cabe señalar que durante las pausas para el café y las comidas, las empresa han tenido la oportunidad de conocer más de cerca a los candidatos. “El ambiente es más dilatado que en una entrevista convencional. Las empresas pueden conocer no solo nuestro perfil profesional, sino el personal”, afirma Sergio Calavia.
Los perfiles de los finalistas son diversos. Hemos encontrado a jóvenes con estudios en humanidades, ingeniería, marketing, economía o comunicación. Por ello, aunque todos tienen objetivos similares, su manera de afrontar la formación y sus expectativas son algo distintas. Para Lorena Aparicio, titulada en periodismo, Talento Aragón Joven le ofrece un camino en el que no había reparado en un comienzo: “Creo firmemente que el futuro de la comunicación se dirige a las empresas y esta es una gran oportunidad para comenzar”.
Son conscientes de que aunque muchos de ellos no se harán con las becas, la formación que han recibido es tremendamente valiosa. “Yo vengo de ingeniería y en el grado no me habían enseñado nada de esto. Me resulta muy interesante aprender a cómo hablar en público, la importancia de conocerse a uno mismo o cómo funcionan las empresas”, asegura Sofía Lecina. “Aunque no consigamos la beca, la formación recibida es una gran herramienta. Nos han enseñado a aproximarnos a las empresas de la manera más adecuada, a cómo hablar delante de ellas y a mostrar todo nuestro potencial”, añade Albert Carria.