Bajo el paraguas de la calidad, la innovación y la apuesta por el desarrollo sostenible; Industrias Químicas del Ebro ha logrado ser uno de los grandes referentes de su sector a nivel europeo. Con la atención puesta en buscar nuevas promesas, esta compañía aragonesa se ha unido a Talento Aragón Joven para participar en lo que está siendo una aventura sin precedentes.
Se muestran satisfechos con la experiencia y atraídos por un proyecto que aúna conocimiento y empleo. “Consideramos que es un formato innovador por la posibilidad que se da a los jóvenes recién egresados de las universidades aragonesas de formarse en cómo afrontar un proceso de selección y de adquirir las herramientas básicas para desenvolverse dentro la empresa”, señala Ángel Rueda, director comercial del grupo.
Durante la fase de formación pudieron conocer a los 40 finalistas de esta edición, tanto en las pausas para el café como en algunas dinámicas grupales, lo que complementarán con una serie de entrevistas personales. “Son días muy intensos, en los que se ve a los candidatos esforzarse por aprovechar la oportunidad que tienen y mostrar lo mejor de ellos mismos. Los participantes lo viven con mucha ilusión e interés, y eso se manifiesta a lo largo de todo el proceso de selección”, explica Paula Encabo, responsable de Recursos Humanos de la compañía.
Sin duda, programas como el de Talento representan una enorme diferencia con respecto a lo que podemos encontrarnos en una entrevista convencional. “Para los candidatos, la convivencia con personas que se encuentran en la misma situación es muy enriquecedora porque comparten experiencias y sensaciones – incide Paula Encabo-. Además, el hecho de sentir cerca a las empresas les abre las puertas para preguntar dudas que, probablemente, no harían si nos vieran en otro entorno”.
Aunque aún no han decidido quiénes serán sus candidatos predilectos, están estudiando los perfiles que más les han llamado la atención. “Al tratarse de personas que todavía no tienen experiencia, valoraremos la proactividad, las ganas de aprender y desarrollarse en un entorno industrial innovador, la capacidad de trabajo en equipo, la pasión por afrontar retos con entusiasmo y la disposición para participar en el proyecto de IQE”, señalan desde la compañía.
“Nuestro objetivo final es que, tras las prácticas, el becado se quede en Industrias Químicas del Ebro con un contrato laboral”, concluye Paula Encabo.